Justin Bieber, más que un playback
Texto: Iyali Avalos
El 2013 comenzó en martes según el calendario Chino. Fue el año de la serpiente y también, la primera vez que vi a Justin Bieber. Cuatro años después, siendo 2017 el año del gallo y tras las mil tragedias políticas que vivimos día a día…volví a ver a Justin Bieber. Dos veces.
A pesar de la tristeza de mi corazón por verlo tan mal (anímicamente), por que físicamente es un bombón, me gustó haber disfrutado el 40% de las canciones que a él también le gustó cantar, ya que fueron de mis favs y que seguramente son un parte aguas para su próximo disco, que no dudo siga teniendo colaboraciones cabronas y de la mano de su ya productor de confianza: Usher.
Lo primero que sale en la búsqueda de Google al buscar sus conciertos en el Foro Sol es que hizo playback y pues sí. Sin embargo, teniendo el antecedente de 2013, este show me gusto muchísimo más. El escenario estaba más limpio, había menos bailarines y cambios de vestuario; los visuales cambiaron a un juego de mapping y proyecciones que simulaban diferentes escenarios para cada tema al que le ponían play al Spotify (jeje).
También había dos jaulas: una súper básica y transparente en donde cantó irónicamente “Mark my words”; y otra como de circo hecha por versa tubes proyectando con mapping, explosiones y tonalidades de fuego para acompañar la canción “I´ll show you”:
My life is a movie and everyone’s watching […] Don’t forget that I’m human, don’t forget that I’m real.
También hubo pirotécnica, bailarinas, merch pirata, aguas, refresco y niñas gritando, entre esas niñas, yo.
Por un lado, me gustó la actitud punk del sábado de “esta si la canto, esta la bailo, esta no hago nada, esta sí me gusta porque la hice con Big Sean, esta también porque Travis Scott y estas las quiero cantar en acústico”, como fue el caso de “Cold Water” (¡qué bonita se escucha en acústico!) y “Love Yourself” el sábado. Y paaaaara la sorpresa del martes, “Favorite Girl“: “My prized possession, one and only, adore ya, girl I want ya” de su primer disco: My world.
También hubo el momento sensual del disco Journals (que nadie conoce), con “Hold Tight”, de las pocas que cantó [en vivo] el sábado. El martes se vio con más ánimo y cantó poco más de cinco canciones en vivo.
La reacción obvia sería decepcionarme por las expectativas que tenia en mente desde hace más de tres meses esperando el concierto; sin embargo, mi reacción fue de tristeza y quizá un poco de lástima por el güerito Biebs. Se notó que no la pasó nada bien, quizá por enfermedad o la crisis de edad de los 22.
Lo que sí, es que se notaba con un semblante cansado, harto y con cero ganas de existir. Quizá no justifica el precio del boleto ni la actitud que debió tener con sus fans, pero es obvio que ya dejó de ser el niño de “Baby baby uh” y quiere hacer algo mucho más maduro con lo que lo puedan tomarlo en serio y con lo que él quede satisfecho.