Telegrafía sin hilos, una alegoría vigente a la radio
Hablar de radio en estos días suena anticuado, ya que los podcast y los servicios de streaming nos ofrecen un catalogo casi ilimitado de música. La tecnología nos permite librarnos (pago por adelantado) de los anuncios comerciales, así como de los conductores que en ocasiones son parlachines y odiosos.
Pero merece la pena recordar su importancia: el estreno de una canción en el programa de moda en la estación para chavos en horario estelar, era todo un acontecimiento; sonar en la radio sigue siendo la manera más fácil de colarse a uno de los grandes festivales del país. El factor social de un programa radiofónico persiste y es, quizá, algo que no va a ser replicado en ningún otro medio. Las emisoras por internet, a diferencia de la radio, están muy fragmentadas y no tienen el mismo impacto.
La poesía estridentista reflejó también una admiración por lo mecánico y, en especial, por la radio, pues sirve como integrador simultáneo de culturas dispares
Francisco Javier Mora
[divider]¿En dónde estará el nido de esta canción mecánica? [/divider]
El 8 de mayo de 1923, el diario El Universal y La Casa del Radio realizan la primera transmisión radiofónica comercial en México; el programa de dicha transmisión estuvo integrado por el guitarrista Andrés Segovia, quien interpretó a Chopin; Manuel M. Ponce, quien tocó al piano su vals “Estrellita”; por la cantante popular Celia Montalván y por Manuel Maples Arce, quien leyó su poema “T. S. H.”. Esa lectura fue creada específicamente para pasar a la historia como la primera lectura de poesía en la radio mexicana.
Manuel Maples Arce fue un escritor y diplomático, nacido en Papantla en 1898 y considerado precursor de la corriente estridentista. En en 1922, la editorial Cultura publica el primer poemario del poeta veracruzano: Andamios Interiores: Poemas radiográficos. Edison, la electricidad y el telégrafo están presentes en muchos de los textos incluidos en la publicación.
Así Telegrafía Sin Hilos o T.S.H, deja en claro lo importante de aquella primera transmisión y de la importancia de la radio en aquel entonces; aún hoy en día, para algunos sectores de la población.
El futurismo cantó desde un ángulo externo los objetos mecánicos, yo interpreto desde el interior su canto, su influencia sociológica
Manuel Maples Arce
A continuación les dejamos con el poema Telegrafía sin Hilos de Maples Arce:
T. S. H.
Sobre el despeñadero nocturno del silencio
las estrellas arrojan sus programas,
y en el audión inverso del ensueño,
se pierden las palabras
olvidadas.
T. S. H.
de los pasos
hundidos
en la sombra
vacía de los jardines.
El reloj
de la luna mercurial
ha labrado la hora a los cuatro horizontes.
La soledad
es un balcón
abierto hacia la noche.
¿En dónde estará el nido
de esta canción mecánica?
Las antenas insomnes del recuerdo
recogen los mensajes
inalámbricos
de algún adiós deshilachado.
Mujeres naufragadas
que equivocaron las direcciones
trasatlánticas;
y las voces
de auxilio
como flores
estallan en los hilos
de los pentagramas
internacionales.
El corazón
me ahoga en la distancia.
Ahora es el «Jazz-Band»
de Nueva York;
son los puertos sincrónicos
florecidos de vicio
y la propulsión de los motores.
Manicomio de Hertz, de Marconi, de Edison!
El cerebro fonético baraja
la perspectiva accidental
de los idiomas.
Hallo!
Una estrella de oro
ha caído en el mar.