Festival Unión Indio, TODO menos unión

Festival Unión Indio, TODO menos unión

El Festival Unión Indio se realizó, una vez más, en la ciudad de Monterrey el pasado fin de semana; sin embargo, para desgracia de los asistentes y a pesar de contar con un gran talento en su cartel, el evento no logró atraer a una considerable audiencia. Y los que acudieron, nunca parecieron disfrutarlo del todo.

Bandas como Sublime, Tiger Army, Gondwana, Resorte, Pato Machete, Genitallica, Dharius o la Revolución de Emiliano Zapata, no parecieron tener el efecto deseado en los regiomontanos; inclusive cuando un par, eran locales.

Ese desánimo tuvo varios factores, uno de ellos fue la división entre la Zona VIP y la general; mientras la primera se encontraba un poco desierta, en la otra se encontraba más gente. A pesar de ello el vacío era considerable, tanto que el evento parecía desolado; eso, sin duda, afectó en varios factores: en las interpretaciones de las agrupaciones y en el ambiente entre el público, el cual nunca pareció divertirse.

Inclusive con canciones universales, tales como “Cumbia Sobre el Río (Suena)” de Celso Piña que interpretó Pato Machete, “Borracho” de Genitallica, o “Corazón” de Titán, la gente no pareció reaccionar. Sí, había gente disfrutando y unos cuantas hasta bailando; pero la gran mayoría parecía que venía a platicar o simplemente a postrarse frente al escenario.

Festival Unión Indio
Pato Machete con Jay de la Cueva
Festival Unión Indio
Dharius
Festival Unión Indio
Resorte
I-Locks Labbe, bajista de Gondwana

Tal vez las únicas tres bandas que recibieron un poco de efusividad de parte de la audiencia fueron: Tiger Army, Sleeping with Sirens y Sublime; éstas, por supuesto, las que encabezaban el cartel. Pero a pesar de las canciones coreadas y alguno que otro salto, las bandas parecían algo decepcionadas de lo que veían.

Nick 13 de Tiger Army
Kellin Quinn de Sleeping with Sirens
Rome Ramírez de Sublime with Rome
Eric Wilson de Sublime with Rome

El Festival Unión Indio hizo todo excepto unir. Y para muchos, inclusive para los que estaban emocionados por ver a alguna banda dentro del cartel, la experiencia fue amarga; y no porque la cerveza supiera mal, sino porque el evento nunca logro una cohesión.