Jessie Ware en el Auditorio BB

Jessie Ware en el Auditorio BB

Texto: Cyn Salazar

Fotos: Alejandra Caballero

Después de una larga espera, pasó lo que muchxs esperaban desde hace tiempo. La cantautora británica Jessie Ware pisó México por primera vez para ofrecer lo que fue un icónico show en el Auditorio Blackberry de la CDMX. 

Desde el anuncio del concierto, los ánimos se fueron al cielo, sobre todo, entre la comunidad LGBT+, que es devota del envolvente sonido pop de la cantante. Los boletos se agotaron y ya solo quedaba llegar a la cita el jueves 20 de octubre.

Por supuesto, ahí estuvimos para presenciar como Jessie, dos bailarines, dos coristas, un baterista, y un tecladista-guitarrista, conquistaron y alegraron los corazones de los presentes. Enfundada en una deliciosa capa azul que marcaba su aura y su figura, Jessie salió al escenario, habló de lo mucho que le habían contado sobre México y que se encontraba feliz de estar aquí por vez primera. 

A lo largo de su show de hora y media nos regaló increíbles momentos destacando como highlights de la noche “Remember where you are” y “Free yourself”, su último sencillo publicado y que ya es un favorito de los fans. También sonaron “Running” (la primera canción de su historia) en la versión remix de Disclosure y como mención especial “Say you love me” y “Midnight”, que tenían a la gente entregada a la poderosa voz de Jessie y la energía que en conjunto con su equipo en la tarima, desprendían hacia nosotrxs.

Una enorme manta aterciopelada detrás de ella, bolas disco, baile, sensualidad, luces, látigos, la bandera LGBT, y hasta un ramo de girasoles que le regalaron, fueron elementos que volvieron este show un trance inolvidable para aquellos que tanto lo esperaron. Obviamente no podía faltar el éxtasis cuando sonó “What ‘s your pleasure?” y hasta un momento inesperado con “Hot and heavy”, extraído de What ‘s your pleasure? (The Platinum Pleasure Edition). 

Agradecida por el cariño del público, Jessie se mostró feliz de terminar su gira en la Ciudad de México y dejó la puerta abierta para no volver a tardar tanto en venir. Obviamente, la estaremos esperando.