Windser nos cautiva con su EP “Where the Redwoods Meet the Sea”
Windser estrena su esperado EP “Where the Redwoods Meet the Sea”. Las canciones de este talentoso músico californiano es una genial colección de pistas alegres mezclan la gastada ternura del rock independiente con la seductora composición del cantautor. Este compilado captura el sonido de sus raíces californianas con un sonido costero. El EP es una representación sonora de los momentos pesados y ligeros que uno soporta y la narración del artista es cautivadora en todo momento
El primer sencillo “Memory” encapsula ese misticismo familiar, combinando guitarras serenas y bajos ágiles con armonías embrujadas. A lo largo de “Where the Redwoods Meet the Sea”, Topf camina por la cuerda floja de excavar a través de las emociones reales de sus experiencias sin dejar que ningún sentimiento borre a los demás, sino que revive cada momento en todas sus facetas. El sencillo “Friends I Barely Know” abre con un llamado a Zami! Co-Op en Santa Cruz, una casa punk/espacio de arte de bricolaje en el que Topf tocaba y pasaba su tiempo libre, pero rápidamente gira hacia la felicidad que proviene de sentirse como en casa, incluso en medio de una multitud de extraños.
“Capsize” trata de los momentos más solitarios, los momentos de la vida en los que el mundo parece que te va a tragar por completo. En otra parte, el remolino de humo de “Paris” continúa con el tema del anhelo por algo lejano, pero esta vez una persona en lugar del pasado. Una canción con percusión acelerada y guitarra furtiva deslizándose bajo cada sílaba resbaladiza.
“Drift Away” cierra el EP en su memoria, Topf reflexiona sobre la pérdida y lo que significa extrañar a alguien. La canción se deleita con recuerdos específicos de pequeños momentos, una simple guitarra acústica como un tótem, tonos brillantes que cuelgan en la parte posterior. Tanto en los recuerdos alegres como en las pérdidas dolorosas, en las experiencias más pequeñas y en los eventos que cambian la vida, “Where the Redwoods Meet the Sea” encuentra una belleza deslumbrante. Es todo tiempo, tiempo que pasa rápido pero al que también se puede acceder para siempre.
Jordan Topf decidió utilizar el aislamiento de la pandemia mudándose a una casa en el norte de California para escribir material en solitario. Después de crear las canciones que se convertirían en su lanzamiento debut, Topf decidió llamar al proyecto Windser, en honor a la calle en la que creció.