Travis en el Velódromo Olímpico
Fotos: Paola Baltazar
El regreso de Travis estuvo de lleno de grandes recuerdos, el repaso de un disco que los llevó al éxito global y sobre todo con la fiel consigna de que el amor lo puede todo. La banda escocesa más querida en México llegó al Velódromo Olímpico para un show de nostalgía absoluta.
La cita cumplió su hora de inició y Travis tomó el escenario para recital el aniversario XX de uno de sus discos más aclamados. “Sing y “Dear Diary” fueron el duó de canciones que dieron la apertura un show perfecto.
Hay que señal que las comodidades del velódromo como venue de conciertos son maravillosas, el espacio es amplio y la visibilidad desde la cancha general es placentera. Un espacio que por muchos años no fue utilizado para eventos ahora puede ser uno de nuestros favoritos.
Se sumaron a esta noche “Side”, Flowers in the Window”. “Safe” , “Follow the Night”, “Last Train”. Más allá de hacer un concierto con una temática conceptual ; Travis vino a revivir recuerdos, emociones y momentos. Los fans en esos momentos agradecieron el paso de estas canciones a lo largo de su vida, nuevos y viejos seguidores de la banda se sentían agradecidos por este aniversario a The Invisible Band.
Para el resto de la noche y del momento de aniversario sonaron The Humpty Dumpty Love Song y Indefinitely para cerrar el primer momento de la noche. Con la prisa encima de salir al aeropuerto para regresar a casa Travis subió una vez más al escenario.
Al estar tan felices la banda decidió sumar dos encores, uno totalmente improvisado para cerrar la noche obviamente escuchamos “Closer” y “My Eyes”. Además de un propuesta de matrimonio bajo las notas de “Selfish Jean” y un clásico de Travis como “Why Does It Always Rain On Me?”.
El segundo encore y con una gratitud total de ambas partes, Travis y todos los presentes en el escenario escucharon “U16 Girls” y “Back in Black”. Un show de nostalgía, sentimiento total que ha predominado en los conciertos de este año.