Fotos: Paola Baltazar
Texto: Arantxa Alvarado
Vivimos el ansiado eco synthpop alemán de Roosevelt, su muy esperada primera vez en CDMX. Un debut en tierra azteca con sabor a sold out desde su anuncio hace unos meses, pues según algunas plataformas musicales, México ha demostrado ser el país con más reproducciones y lealtad hacia el proyecto de Marius Lauber (Roosevelt).
Todo comenzó la noche del jueves en el Foro Frontera, siendo la segunda de tres fechas agotadas, con un joven público ansioso de bailar con sus múltiples temas. GRLS fue el dúo encargado de abrir el escenario, iluminando el foro con múltiples videos psicodélicos sincronizados con la música creada por ellos y sus cajas de ritmos. Un descubrimiento perfectamente ad hoc para la audiencia.
El aforo del lugar llegó al límite cuando a las 9:30 pm. apareció Marius y compañía, acompañado de su guitarra, su sintetizador y su caja de ritmos, es decir, nada más que la imagen de cómo imaginábamos este momento. Así, comenzó a sonar “Easy Way Out”, un inicio totalmente coreado de inicio a fin, seguida de rolas como “Strangers”, “Fever”, “Colours” o las muy aclamadas “Feels Right” y “Moving On”.
Todas las canciones, eran acompañadas de un diverso manejo de iluminación, movimientos verticales y horizontales, eficientes como pulsos del baile entre el público. Mientras la portada del más reciente álbum de Roosevelt, “Polydans” (2021) ocupó la pantalla detrás del escenario, el detalle perfecto para este esperado debut de Marius en México.
El show continuó, el calor ya se respiraba entre el público, el baile no paraba y Marius no desaprovechó ningún momento para agradecer el cálido recibimiento. El cual, cada vez aumentaba de volumen pues llegaron hits como “Montreal”, “Shadows”, “Echoes” o “Sign”. Siendo un bloque hecho para dejar un público ansioso con ganas de más.
Finalmente, llegó el encore, el cover de Stardust “Music Sounds Better With You” y el dinámico, fuerte y texturizado cierre con “Night Moves”. Un track en el cual, los fans chocaron hombro con hombro durante el baile, saltando juntos y reacomodándose para ser parte del foto tomada por el equipo de Roosevelt, donde la bandera de México fue sostenida por Marius con amor y un profundo agradecimiento. Esto sin olvidar, la promesa de un pronto regreso en un venue más grande.