Texto: Angélica Escobedo
Pierre Gripari fue un escritor francés, publicó su primer libro Pierrot la Lune en 1963, pero la obra que le traería fama mundial sería Les Contes de la rue Broca de 1967. Debido al éxito de este último, cinco años después de su muerte (1990) el productor Gilles Gay decidió llevarlos a la televisión francesa en una serie animada que constaba de dos temporadas con 26 capítulos en total, utilizando las ilustraciones originales de Claude Lapointe.
La idea de trasladarlas a la pantalla fue brillante, pues era una manera de llevar la genialidad del autor a todo público, aunque fueran dibujos animados y dirigidos, principalmente, a niños. Pero es justo el género y el público a quienes van dirigidos lo que desata el tema de esta nota. Recordemos que toda una generación noventera (la mía) quedó atrapada con las historias que Mesie Pierre contaba en una tienda, no importaba si había brujas, diablos, sirenas o cualquier otro ser fantástico, nosotros disfrutábamos el cuento; entonces, ¿todas esas historias de personajes inexplicables o irreales pertenecen a lo fantástico? No puedo responder a esa pregunta porque habría que atender a diversas cuestiones funcionales y estructurales antes de encasillarlos a un género narrativo como es el cuento fantástico y, por el momento, lo ideal es tratar de entender el concepto.
Lo fantástico se basa esencialmente en una vacilación del lector –de un lector que se identifica con el personaje principal− referida a la naturaleza de un acontecimiento extraño. Esta vacilación puede resolverse ya sea admitiendo que el acontecimiento pertenece a la realidad, ya sea decidiendo que éste es producto de la imaginación o el resultado de una ilusión; en otras palabras, se puede decir que el acontecimiento es o no es.
–Todorov 165p.
Lo anterior puede resumirse al pacto de fe que existe entre el lector y el texto, es decir, yo me creo lo que está narrado mientras lo estoy leyendo. Para Julio Cortázar es un sentimiento,
Lo fantástico y lo misterioso no son solamente las grandes imaginaciones del cine, de la literatura, los cuentos y las novelas. Está presente en nosotros mismos, en eso que es nuestra psiquis y que ni la ciencia, ni la filosofía consiguen explicar más que de una manera primaria y rudimentaria.
Los cuentos de Gripari resultan tan entretenidos por utilizar elementos fantásticos como lo extraño, lo maravilloso, lo sobrenatural y hasta el horror, y no es que estos elementos estén subordinados a lo fantástico, sino que pueden estar dentro de otros o valerse de ellos para la creación. Ya había mencionado antes a algunos personajes que entrarían en estas clasificaciones, además sus cuentos responden a un imaginario colectivo, es decir, a eso que todos conocemos. Por ejemplo, la figura del diablo, tan usada y gastada en los cuentos fantásticos y en la literatura universal, como en el caso de “El diablo de cabellos blancos” y “El diablito bueno”. Otros cuentos tienen un carácter moral como “El justo y el injusto” y “El hada de la llave del agua”, y hay algunos que tratan de dar una lección, como “El vendedor de tundas”, “Pouic y el mirlo”.
Por otro lado, la estructura del cuento tradicional es la más sencilla en la narrativa, tiene un inicio, desarrollo y final, sus personajes son héroes o antihéroes, a veces ocupan elementos de las fábulas, como la prosopopeya (consiste en darle características humanas a seres inanimados) y puede o no tener un carácter moralizante. El cuento fantástico parece no tener límites en la creación, y no es que pongan todo lo que se les viene a la mente, sino que le dan sentido y forma a las cosas que nacen del imaginario colectivo, ubicándolos en lugares o circunstancias que causan asombro. Por último, hay que tener en cuenta que estos relatos funcionan porque el objetivo principal es entretener al lector o al televidente.
Finalmente, cabe mencionar que de no haber traído a la televisión esta serie, probablemente nunca hubiéramos conocido las fabulosas historias de Mesie Pierre. Y si ustedes son fans, como yo, no duden en verlas para cerciorarse de lo que les digo.
Bibliografía
Todorov, Tzvetan, Introducción a la literatura fantástica, México, Ediciones Coyoacán, 2016.
Cortázar, Julio, El sentimiento de lo fantástico publicado en http://ciudadseva.com/texto/el-sentimiento-de-lo-fantastico/