Tras una larga espera de diez años, varias noches en enero se teñirán de emociones encontradas con el retorno de Underoath a tierras mexicanas. El foro seleccionado para este reencuentro es la Carpa Velódromo, un lugar que escuchará al unísono con las potentes notas que emanarán de los instrumentos de la banda.
El recinto comenzó a llenarse desde tempranas horas, la expectación se podía sentir en el aire. Los seguidores de Underoath, con camisetas de la banda y rostros llenos de emoción, esperaban impacientes el inicio del espectáculo. La energía del lugar empezó a elevarse cuando las luces se atenuaron, anunciando la llegada de los músicos al escenario.
Con una puntualidad envidiable, Underoath apareció en escena, arrancando gritos y aplausos de todos los presentes. Abrieron su actuación con “On My Teeth”, un tema que resonó fuerte entre las paredes del recinto. La conexión entre la banda y el público se hizo evidente desde el primer acorde, una magia que solo la música en vivo puede lograr.
La entrega de los músicos en el escenario era palpable. Spencer Chamberlain, la voz principal de la banda, desplegó una energía inigualable, mientras que los demás miembros, Grant Brandell, Chris Dudley, Aaron Gillespie, Timothy McTague y James Smith, se fundían en una sincronía perfecta, demostrando la cohesión y la madurez musical alcanzada durante sus años de trayectoria.
El repertorio de la noche incluyó una mezcla de temas nuevos y clásicos que revivieron memorias y crearon nuevas en el corazón de los asistentes. Canciones como “It’s Dangerous Business Walking Out Your Front Door” y “Writing on the Walls” hicieron vibrar a todos, mientras que temas de su último álbum “Erase Me” mostraron la evolución sonora de Underoath.
Entre canción y canción, Spencer compartió anécdotas de sus visitas previas a México y la importancia que este retorno significaba para ellos. La noche se volvía cada vez más emotiva con cada nota, cada grito del público y cada gesto de agradecimiento de la banda.
El concierto llegó a su clímax en los bises, donde la banda y el público se fundieron en una sola voz, creando una atmósfera indescriptible. Al finalizar, los integrantes de Underoath agradecieron la lealtad y el cariño de sus seguidores mexicanos, prometiendo no dejar pasar tanto tiempo para su próxima visita.
La noche del retorno de Underoath a México quedará grabada en la memoria de todos los que tuvieron la fortuna de vivirla, un reencuentro que superó todas las expectativas, consolidando una vez más la relación especial entre la banda y su público mexicano.
