La música como Testimonio: Canciones que narran la matanza de Tlatelolco

La música como Testimonio: Canciones que narran la matanza de Tlatelolco

El 2 de Octubre se convierte en una fecha de reflexión y memoria en México. Este día se conmemora la matanza de Tlatelolco, un evento que marcó a una generación y que sigue siendo un tema de gran relevancia social y política. Pero, ¿cómo ha contribuido la música a mantener viva la memoria de este suceso?

Los Nakos, una banda que vivió en carne propia la represión juvenil de finales de los sesenta, nos ofrece “La Balada del Granadero”, una versión intervenida de “La Balada del Vagabundo” de José Guardiola. Esta canción se convierte en un testimonio musical de la época, capturando la esencia de un movimiento que buscaba justicia y libertad.

Panteón Rococó, conocidos por su ska y letras de protesta, nos entregan “Nada Pasó”, un tema que denuncia la indiferencia social ante injusticias como la matanza de Tlatelolco. La canción nos recuerda que, a pesar del tiempo transcurrido, la lucha por la justicia sigue vigente.

El Tri, liderado por Alex Lora, nos ofrece una perspectiva diferente con “Amor del 2 de Octubre”. Esta canción retrata el inicio de un romance en un contexto marcado por el miedo y la injusticia, mostrando cómo la vida sigue su curso incluso en los momentos más oscuros.

Octubre” de Tex Tex se erige como un himno de memoria y resistencia a través de su característico estilo de rock, la banda logra capturar la esencia de un momento que marcó a una generación entera. La letra de la canción se sumerge en los sentimientos de dolor, indignación y la necesidad de justicia

Fernando Delgadillo nos presenta “No Se Olvida”, una canción que escribió en el 25 aniversario del trágico evento. Con su guitarra y letras, Delgadillo inmortaliza los pasajes de la historia, recordándonos que el 2 de octubre no se olvida.

Óscar Chávez, en su “Corrido del 2 de Octubre”, documenta con detalle la intervención de los cuerpos militares en la Plaza de Las Tres Culturas de Tlatelolco. Su letra nos lleva a reflexionar sobre el desequilibrio de fuerzas y la brutalidad del Estado.