Siempre es enriquecedor escuchar el discurso de las voces femeninas, la represión del patriarcado impulsó a las mujeres a desarrollar una capacidad de reflexión e introspección, estas dos características son un plus en el arte. Colombia es un ejemplo de riqueza musical hecha por mujeres desde Esther Forero, hasta Shakira, este país es un ejemplo de sonoridad pero sobre todo de ritmo.
Kat Pulgarín comenzó su vida musical cuando tenía tres años, su curiosidad por entender cómo funcionaban los sonidos, la llevó a formar parte del coro escolar y más tarde a tomar clases de canto. Su larga trayectoria musical se traduce en una identidad fuerte, es una artista auténtica con una extrañeza que cautiva. Su arte ha destacado por decir las cosas tal y como las siente, dejando a un lado cualquier tabú
“Quiero que todo el mundo que escuche esta canción se sienta alegre y se sienta en la playa disfrutando de un verano alegre y también que quieran bailar y pasarla rico, porque esa era mi meta cuando compuse la canción con el gran Nicolas Mayorca”.
Los beats de Kat Pulgarín son perfectos para adentrarnos en un mar de sensaciones positivas y recordar por un momento que la vida también puede ser liviana y placentera
