El pasado fin de semana se llevó cabo una edición más de Boiler Room, una increíble iniciativa internacional que se dedica a organizar fiestas y promover la escena de música electrónica de todo el mundo. En México, éste año ya llevan un par de streamings y raves subterráneos en el Foro Normandie, y en esta ocasión, Dj’s de todo el mundo se juntaron en el lugar con el propósito de festejar su pasión por hacer música.
Los invitados fueron Ashlyn, Wuann, GuadaFK, Soul of Hex, y Kuniyuki, quienes representaron a Nueva York, Tijuana y Japón, respectivamente, lo que hizo a la noche una ecléctica oda de sonidos que oscilaron entre diferentes géneros de la electrónica, y que dependiendo de la hora de la noche y la madrugada, hicieron bailar a las docenas de asistentes frenéticamente o de manera pacífica.
La noche comenzó con Ashlyn, quien a pesar de ser la primera logró levantar el ánimo de todos los presentes con un set a la antigua, es decir, tocando con tornamesas y LPs. Con un poco de ambient y breaks que oscilaban entre el house y en ocasiones el techno, la neoyorquina inauguró una edición más de Boiler Room.
A continuación le siguió Wuann, uno de los curadores y organizadores de la edición mexicana de Boiler Room, quien cambió el ambiente por completo. De una fiesta tranquila pasó a un desenfreno instantáneo, y al igual que Ashlyn, lo hizo a la vieja escuela; con LPs y tornamesas.
El set de una hora estuvo lleno de desplantes de industrial, techno y otros géneros un poco más agresivos, Wuann fue el primero en hacer sudar a todos los asistentes, quienes al bailar desenfrenadamente estaban siendo grabados para un streaming a todo el mundo.
La siguiente en el line-up fue GuadaFK, una mexicana que desde hace casi una década vive en Nueva York, quien con una experiencia que ya supera la década, tuvo uno de los sets más concisos de todo el Boiler Room. Con toques de Acid House, Techno y un par de desplantes de experimentación casi improvisada, la señorita Guada logró estremecer aún más los oídos de los asistentes.
Después de tres horas de música y con unos pequeños intermedios entre cada artista para preparar las tornamesas, era turno de Soul of Hex, el DJ Tijuanense, de tomar el escenario. ¡Y vaya que lo hizo!, su set fue probablemente el más aclamado, ya sea por su set o simplemente por la hora en la que tocó, la música hizo una conexión con los oídos y el cuerpo de la audiencia.
Para terminar la noche, el japonés Kuniyuki, un reconocido productor y músico, tomó las tornamesas, y con un apoyo casi incondicional de los asistentes, el multi-instrumentista asiático hipnotizó los oídos de todos los que lo eestaban escuchando. Nadie paraba de moverse, nadie hablaba, sólo disfrutaban de la música que salía de las bocinas del recinto.
Lo especial vendría un par de minutos después de haber empezado el set de Kuniyuki, ya que invitaría a tocar con él, a un percusionista mexicano llamado Memo, quien con ayuda de una marimba, unos bongos, y unos tambores gigantescos, logró crear un ambiente carnavalesco que probablemente nunca se había visto antes en un Boiler Room en México.
Eso fue todo.