Los artistas fantasma de Spotify y su impacto
Desde 2017, un inquietante fenómeno ha rondado la escena musical independiente: la aparición de los llamados “artistas fantasma” en las playlists más populares de Spotify. Un reportaje reciente de Harper’s Magazine revela que estas pistas, atribuidas a músicos pseudónimos, es decir, a nombres ficticios creados como fachada para ocultar el origen real de las pistas. podrían ser creadas por compañías de música de producción en colaboración con la misma plataforma, todo con el fin de reducir los pagos de regalías.
La historia comenzó a ganar tracción en 2017, cuando Liz Pelly, investigadora de Harper’s, recibió múltiples informes de músicos y dueños de sellos independientes. Estas pistas, que aparecían en listas como “Ambient Chill” y “Peaceful Piano”, sustituían a artistas reconocidos como Brian Eno o Jon Hopkins con música producida por compañías como Epidemic Sound. Estas empresas crean contenido stock y lo distribuyen como si proviniera de verdaderos músicos, pero sin los costos asociados a las regalías tradicionales.
En 2022, una investigación del periódico sueco Dagens Nyheter confirmó que aproximadamente 20 compositores estaban detrás de más de 500 “artistas” y miles de pistas que acumulaban millones de reproducciones en Spotify. Internamente, Spotify llamó a este programa “Perfect Fit Content” (PFC), cuyo objetivo era aumentar las ganancias al priorizar música más barata en sus playlists. Los curadores de Spotify eran incentivados para incluir estas pistas, muchas de las cuales eran producidas bajo nombres ficticios como Ekfat, supuesto músico islandés cuyo perfil incluía biografías completamente inventadas.
El problema para los músicos independientes es claro: esta práctica desplaza su música en favor de contenidos genéricos, erosionando sus ingresos y visibilidad. Aunque Spotify afirma que las pistas PFC son solo para playlists de “música de fondo”, artistas y críticos consideran que esto devalúa la música, transformándola en simple ruido ambiental.
A largo plazo, el modelo podría también abrir la puerta a la música generada por IA, algo que el propio CEO de Spotify, Daniel Ek, ha sugerido como “culturalmente emocionante“. Sin embargo, para muchos, esta evolución representa una amenaza existencial para los artistas reales. Mientras tanto, los oyentes permanecen ajenos a que sus playlists favoritas están llenas de pistas que benefician más a los algoritmos y a los balances de la empresa que a la creatividad musical.