White Pony: la mutación definitiva de Deftones

Como previa al regreso de Deftones en CDMX la próxima semana al Corona Capital y su próximo show en 2026 en Pa’l Norte recordamos lo que fue White Pony como álbum.

White Pony no solo cambió la historia de Deftones, sino la del rock alternativo en general. En una época dominada por el nu metal más genérico, el grupo decidió romper con las etiquetas y crear un disco que respirara oscuridad, sensualidad y tensión. Aquí nació su sonido más característico: un equilibrio entre la agresión y la atmósfera, entre los riffs filosos y la melancolía que envuelve cada canción.

Desde los primeros segundos de “Feiticeira”, el álbum se siente distinto. Las guitarras de Stephen Carpenter son densas pero elegantes, mientras la voz de Chino Moreno pasa del susurro al grito con una naturalidad casi cinematográfica. Canciones como “Digital Bath” o “Knife Prty” mostraron que Deftones podía ser etéreo sin perder brutalidad, y temas como “Change (In the House of Flies)” consolidaron su lado más emocional y oscuro, una mezcla que muy pocos lograron replicar.

Desde los primeros segundos de “Feiticeira”, el álbum se siente distinto. Las guitarras de Stephen Carpenter son densas pero elegantes, mientras la voz de Chino Moreno pasa del susurro al grito con una naturalidad casi cinematográfica. Canciones como “Digital Bath” o “Knife Prty” mostraron que Deftones podía ser etéreo sin perder brutalidad, y temas como “Change (In the House of Flies)” consolidaron su lado más emocional y oscuro, una mezcla que muy pocos lograron replicar.

Con la llegada de Frank Delgado como miembro fijo, los elementos electrónicos y las texturas ambientales se volvieron parte esencial del ADN de la banda. White Pony suena a neón, sudor y niebla: industrial y humano a la vez. Fue el punto en el que Deftones dejó de ser una banda de metal alternativo para convertirse en una entidad sonora única.

A 25 años de su lanzamiento, White Pony sigue siendo una referencia obligada. Es el tipo de disco que redefinió lo que una banda pesada podía hacer sin perder sensibilidad. Un viaje de 60 minutos que demostró que el caos también puede ser hermoso, y que dentro del ruido, Deftones encontró su propio lenguaje.

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