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Trent Reznor vs. Fred Durst: la historia detrás del pleito que terminó en créditos compartidos

Trent Reznor vs. Fred Durst: la historia detrás del pleito que terminó en créditos compartidos

Previo al regreso de Limp Bizkit a México recordamos la pelea ridicula de Durst y Trent Reznor, recuerda que esta será la única fecha de la banda en México.

En los dosmiles, cuando el nu-metal dominaba MTV y Nine Inch Nails seguía siendo la brújula del industrial, ocurrió un episodio extraño que cruzó ambos mundos: el choque público entre Trent Reznor y Fred Durst. No fue una guerra abierta, pero sí lo suficiente para dejar una de las anécdotas más raras del rock de la época.

Todo empezó con declaraciones de Reznor en las que dejaba claro que Limp Bizkit no era santo de su devoción. Lo veía como un proyecto vacío, diseñado para vender y sin la profundidad que él esperaba del rock alternativo. Durst, siempre explosivo, no lo dejó pasar y lo llevó a donde más le gustaba: una canción.

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La respuesta llegó con “Hot Dog”, incluida en el disco Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water (2000). Ahí, Durst dispara directo y sin filtro: menciona a Reznor por nombre, suelta varios versos cargados y, lo más llamativo, cita líneas completas de varias canciones de Nine Inch Nails. Fragmentos de “Closer”, “The Perfect Drug”, “Heresy” y otras aparecen entre insultos, rencor y la típica actitud provocadora de Limp Bizkit.

La canción es “Hot Dog”, del álbum Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water (2000).
En el tema, Durst menciona directamente a Reznor y cita varias líneas de canciones de Nine Inch Nails. Incluso suelta el famoso:

“You want to fuck me like an animal.”
“You can’t kill me.”
“You are the reason I stay high.”
Y luego remata:
“You’re one of those motherfuckers that I just can’t stand.”

La movida tuvo un giro todavía más peculiar: para poder usar esas frases, Durst tuvo que pedir permiso a Reznor. Y Trent aceptó. No porque fuera un gesto amistoso, sino porque la ley lo exigía. Así, uno de los “rivales” de la época terminó apareciendo como coautor oficial de un track de Limp Bizkit. Un crédito tan curioso como involuntario.

Aunque nunca hubo una reconciliación pública, el asunto quedó como una postal del cambio de milenio: dos escenas distintas chocando por ego, estética y visión artística… y una canción que, irónicamente, terminó uniendo sus nombres en los créditos para siempre.

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