Sam Rivers muere a los 48 años. El legendario bajista y miembro fundador de Limp Bizkit falleció este 18 de octubre, noticia confirmada por la propia banda a través de sus redes sociales. Hasta el momento no se ha revelado la causa de su muerte.
Rivers fue una parte esencial de Limp Bizkit desde su fundación en 1994 junto a Fred Durst y John Otto, ayudando a moldear el sonido que marcó una generación. Participó en los seis álbumes de estudio del grupo, incluyendo Significant Other (1999) y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water (2000), ambos certificados multiplatino y fundamentales en la historia del nu metal.
En un comunicado publicado en Instagram, la banda expresó:
“Hoy perdimos a nuestro hermano. Sam Rivers no era solo nuestro bajista, era pura magia. El pulso bajo cada canción, la calma en el caos, el alma en el sonido. Su talento era inigualable, su corazón enorme. Su espíritu vivirá para siempre en cada groove, cada escenario, cada recuerdo.”
Por su parte, DJ Lethal pidió respeto hacia la familia y animó a los fans a celebrar su legado:
“Toquen las líneas de bajo de Sam todo el día. Estamos en shock. Descansa en poder, hermano. Vivirás en tu música y en las vidas que ayudaste a salvar.”
El último concierto de Limp Bizkit se realizó el 24 de agosto en el festival de Leeds, Inglaterra. La banda tenía programada una gira por Latinoamérica para finales de noviembre, con artistas como Yungblud y 311.
En septiembre, la agrupación lanzó el sencillo Making Love to Morgan Wallen, que alcanzó los primeros lugares en listas de rock, reafirmando la vigencia del grupo a tres décadas de su debut.
Con la muerte de Sam Rivers, el nu metal pierde a uno de sus pilares. Su influencia seguirá viva en cada bajo distorsionado y en la historia de una banda que marcó los años 90 y 2000.