Rejjie Snow no es como los demás. No suena como nadie más, no se viste como nadie más y no escribe como nadie más. Nacido en Dublín con raíces nigerianas, este rapero ha encontrado su camino mezclando influencias de todos lados y creando un estilo que rompe con lo típico del hip hop. Es introspectivo, elegante, a veces dulce, a veces oscuro, y siempre honesto.
Comenzó lanzando rolas en SoundCloud cuando era adolescente y desde entonces no ha parado. Su voz profunda, beats suaves y letras que no hablaban de lo usual. Nada de ostentación, todo flow y alma lo pusiseron en el radar del underground. “Dear Annie” en 2018, su primer disco, donde mostró una vibra más experimental, con guiños al soul, jazz y electrónica.
Lo mejor de Rejjie es que no parece que esté intentando encajar en ningún molde. No sigue modas, ni busca sonar como otros. Va a su ritmo, con un estilo que mezcla nostalgia, sensibilidad y un beat que te pone a cabecear. Lo ves en vivo y la energía es tranquila, pero poderosa. Es como si estuviera compartiendo contigo lo que piensa sin filtro, sin poses.
Mientras muchos artistas se esfuerzan por ser virales, él prefiere crear algo que dure. En tiempos donde todo parece rápido y superficial, Rejjie Snow es una bocanada de aire fresco. Y aunque no se le vea todo el tiempo en las portadas o los charts, los que lo conocen saben que su música es especial. Está en su propio trip, y eso lo hace único.