OK Computer: El disco de Radiohead que predijo el futuro

Ok Computer Ok Computer

Hoy se celebra el aniversario del lanzamiento de OK Computer de Radiohead, una producción discográfica trasciende la mera música, constituyendo una premonición que se materializó.

La génesis del proyecto: El proceso creativo de Radiohead en OK Computer

Tras el éxito de The Bends, Radiohead se encontraba en una posición en la que podía haber optado por replicar su fórmula exitosa y capitalizar la popularidad de temas como “Creep”. Sin embargo, la dirección artística de Radiohead los impulsó hacia un camino distinto, buscando distanciarse del movimiento Britpop que predominaba en la escena musical británica de la época. Su objetivo era evitar ser encasillados como una banda de rock pop convencional. Es relevante señalar que Thom Yorke se dedicó a una lectura exhaustiva, abarcando desde los análisis políticos de Noam Chomsky hasta las distopías de ciencia ficción de Philip K. Dick. Asimismo, su espectro de influencias musicales era notablemente diverso, incluyendo el jazz experimental de Bitches Brew de Miles Davis y las épicas bandas sonoras de Ennio Morricone. Incluso la complejidad melódica y las armonías vocales de Pet Sounds de The Beach Boys sirvieron como una inspiración inesperada. De hecho, al analizar la atmósfera melancólica y el arreglo de “No Surprises”, se puede percibir una resonancia con la dulzura agridulce de “Wouldn’t It Be Nice”.

El título OK Computer se deriva de una frase de La Guía del Autoestopista Galáctico de Douglas Adams, obra que la banda escuchaba de manera recurrente durante sus giras. Esta expresión, “OK, computer, quiero un control manual completo ahora”, proporcionó el eje conceptual central del álbum: la interrogante sobre las implicaciones de que la tecnología nos sobrepase, o de que la automatización y la información masiva nos abrumen y deshumanicen. Thom Yorke manifestaba una preocupación considerable respecto a la naturaleza de nuestras interacciones en un mundo cada vez más interconectado pero, paradójicamente, más alienado. La proliferación de la televisión por cable, el incipiente desarrollo de internet y la creciente adopción de los teléfonos móviles generaban una ansiedad palpable en el ambiente, y el álbum representa la expresión artística de estas inquietudes. No obstante, Yorke siempre aclaró que no se trataba de un “miedo a las computadoras” en sí mismo, sino de una reflexión profunda sobre nuestra relación con la tecnología y con la modernidad en general, así como sobre su impacto emocional y social.

Advertisement

El catalizador fundamental que impulsó la creación de OK Computer fue la composición “Lucky”. Esta pieza fue grabada con celeridad en 1995 para un álbum benéfico titulado The Help Album, organizado por la War Child Foundation. Brian Eno, quien participó en dicho proyecto, quedó profundamente impresionado por la crudeza y la energía de la canción. Thom Yorke afirmó explícitamente que “Lucky” delineó la dirección para la totalidad del álbum. Fue el momento en que la banda percibió haber descubierto un nuevo sonido, una nueva orientación y un nuevo ámbito para la exploración. Este punto de inflexión marcó su decisión de trascender las expectativas convencionales.

El proceso de grabación: Aspectos técnicos y la colaboración del “sexto miembro”

La producción de Radiohead en OK Computer constituyó un esfuerzo considerable, abarcando ocho meses de trabajo intensivo y experimental. Inicialmente, las sesiones tuvieron lugar en un cobertizo cerca de Didcot, su base de operaciones, pero el ambiente no resultó completamente satisfactorio. La banda sintió la necesidad de un espacio más inspirador, que les permitiera desconectarse del entorno exterior y sumergirse plenamente en el proceso musical. En consecuencia, se trasladaron a St. Catherine’s Court, una mansión del siglo XVI ubicada en Bath, Inglaterra. Este emplazamiento, que previamente había sido un monasterio y la residencia de la actriz Jane Seymour, se transformó en su estudio improvisado y su refugio creativo. La atmósfera del lugar, caracterizada por sus antiguos pasillos, amplios salones y su rica historia, indudablemente influyó en la sonoridad del álbum, confiriéndole una sensación de magnitud y, en ocasiones, de aislamiento.

En dicha ubicación, Radiohead y Nigel Godrich, el productor que se consolidó como su “sexto miembro” no oficial debido a su profunda conexión y comprensión de la banda, aprovecharon cada rincón de la mansión. La voz de Thom Yorke en “Exit Music (For a Film)”, con su reverberación etérea y casi fantasmal, fue grabada en una escalera de piedra, capturando la acústica natural del espacio. “Let Down”, con su sonido envolvente y melancólico, se registró a las tres de la mañana en un salón de baile, aprovechando el silencio y la resonancia del entorno. Nigel Godrich es reconocido por su genialidad y su preferencia por grabar en lugares “inusuales”, bajo la premisa de que la energía del sitio se integra en la música, añadiendo una capa de autenticidad y ambiente que no es replicable en un estudio convencional. Este enfoque resultó notablemente exitoso en la producción de OK Computer para Radiohead.

En lo que respecta a la tecnología, este álbum representa una fusión de elementos tradicionales y vanguardistas, analógicos y digitales. Se utilizó una consola de mezcla EMI TG12345, la misma empleada por Pink Floyd en The Dark Side of the Moon, para lograr un sonido cálido, orgánico y analógico que aportó profundidad a las guitarras y la batería. Simultáneamente, se hizo un uso extensivo de Pro Tools, una herramienta entonces innovadora y relativamente reciente en la producción musical, para manipular sonidos de manera creativa, cortar, pegar y generar texturas previamente inalcanzables. La voz robótica y deshumanizada de “Fitter Happier” fue obtenida directamente del software SimpleText de Apple, ilustrando cómo la tecnología podía servir como un instrumento para la expresión artística, incluso cuando el mensaje central abordaba la deshumanización. Para “Airbag”, en lugar de una batería convencional, se emplearon muestras de segundos de una sesión de Phil Selway, reensamblándolas digitalmente para crear un ritmo fragmentado y futurista. El álbum es un testimonio de la experimentación sonora y conceptual.

Una anécdota destacable es que la mansión St. Catherine’s Court poseía la reputación de estar encantada. Aunque la banda nunca confirmó haber presenciado fenómenos paranormales, es plausible que esta atmósfera misteriosa e inquietante se haya infundido en el disco, añadiendo una capa adicional a su ambientación. Asimismo, una de las decisiones más audaces fue la exclusión de “Lift”, una canción que ya gozaba de gran popularidad en sus conciertos y entre sus seguidores. La justificación de Thom Yorke fue que la canción era “tan buena que no querían que los hiciera muy famosos”, temiendo que su atractivo más convencional pudiera desviar la atención del mensaje y la complejidad inherente al resto del álbum. Esta postura subraya el compromiso de la banda con su visión artística y su determinación de evitar las trampas de la fama fácil.

Los arquitectos del sonido: Contribuciones individuales y colaboraciones

Cada miembro de Radiohead desempeñó un papel fundamental en la construcción de este complejo tapiz sonoro, aportando su genio individual para forjar una obra cohesiva y trascendente:

  • Thom Yorke: Como principal letrista y vocalista, su contribución fue esencial en la transmisión de la ansiedad, la vulnerabilidad y la fuerza conceptual del álbum. Sus letras, repletas de imágenes de autopistas, aeropuertos y tecnología, delinean un retrato incisivo de la vida moderna y sus dilemas existenciales.
  • Jonny Greenwood: Reconocido por su maestría en la guitarra y los teclados, su enfoque siempre experimental en texturas y disonancias es distintivo. Su solo en “Paranoid Android” es una pieza magistral, una explosión de caos controlado que se ha consolidado como uno de los momentos más icónicos del rock.
  • Phil Selway: La percusión de Selway no solo estableció un ritmo impecable, sino que también incorporó samples y sonidos electrónicos, creando patrones rítmicos complejos y a menudo impredecibles que confirieron al álbum una sensación de movimiento perpetuo.
  • Ed O’Brien: Como guitarrista y corista, sus efectos atmosféricos y su sonido agudo en “Lucky” fueron el punto de partida para la nueva dirección sonora de la banda, añadiendo capas de ambiente y profundidad a las composiciones.
  • Colin Greenwood: El bajista proporcionó una base rítmica y melódica sólida que ancló el caos orquestal y las experimentaciones sonoras, permitiendo que los demás instrumentos se desarrollaran con libertad.

La colaboración con Nigel Godrich fue crucial. Su relación con Radiohead se profundizó considerablemente durante la producción de este álbum. Habiendo trabajado previamente con ellos en The Bends, Godrich poseía un conocimiento íntimo de la dinámica de la banda. Su rol como coproductor y su aguda percepción para los detalles, junto con su habilidad para materializar las ideas abstractas de la banda en sonidos concretos, fueron esenciales para la realización de las ambiciosas visiones del grupo. Nigel Godrich no solo se encargó de la grabación, sino que también aportó ideas creativas, sugirió arreglos y motivó a la banda a superar sus límites. Su continua colaboración en casi todos los álbumes posteriores de Radiohead subraya su papel indispensable en la evolución de su sonido y su trayectoria artística.

Además, otras figuras contribuyeron a la riqueza sonora del álbum. Los arreglos de cuerda fueron realizados por la propia banda y dirigidos por Nick Ingman, un colaborador habitual de artistas como David Bowie y Oasis, lo que confirió un toque orquestal dramático y emotivo a piezas como “Exit Music (For a Film)” y “Climbing Up the Walls”. El diseño artístico de la portada, un collage icónico que incorpora texto en esperanto y elementos gráficos evocadores de señales de tráfico y diagramas, es obra de Stanley Donwood y The White Chocolate Farm. Stanley Donwood ha sido el artista visual de cabecera de Radiohead durante años, estableciendo una conexión visual integral que complementa a la perfección las temáticas de alienación y la omnipresencia de la tecnología exploradas en el disco.

El eco perdurable: Recepción y legado

Cuando OK Computer fue lanzado por Radiohead el 21 de mayo de 1997, la crítica especializada respondió con un unánime y sin precedentes aluvión de elogios. Fue aclamado universalmente como una “obra maestra atemporal” y “el disco de rock definitivo” de su generación. Recibió un premio Grammy a la Mejor Interpretación de Música Alternativa y fue nominado a Álbum del Año. Los críticos no dudaron en establecer comparaciones con producciones históricas como The Dark Side Of The Moon de Pink Floyd o Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles, en virtud de su ambición, cohesión temática e impacto sonoro. La revista NME le otorgó una calificación perfecta de 10/10, afirmando que Radiohead se distanciaba de sus contemporáneos del Britpop “por una milla interestelar”, lo que indicaba un salto cualitativo significativo.

Resulta irónico que Thom Yorke estuviera convencido de que el álbum representaría un “suicidio comercial”, anticipando un fracaso rotundo. Consideraba que su densidad, su carácter experimental y su distanciamiento de las tendencias comerciales lo harían inviable. No obstante, la obra fue ampliamente aceptada por el público, que conectó profundamente con sus temáticas y su sonido innovador. El álbum vendió más de 4 millones de copias a nivel mundial, y “Paranoid Android”, un “anti-sencillo” de más de seis minutos sin estribillo pegadizo y con múltiples secciones, alcanzó el tercer puesto en las listas del Reino Unido. Este éxito demostró que no es necesario producir música “fácil” o complaciente para lograr un impacto masivo y trascendente.

El impacto cultural de Radiohead con OK Computer fue inmenso. Numerosos críticos y músicos lo han descrito como el “certificado de defunción del Britpop”, marcando el final de una era y el comienzo de otra. Este disco abrió el camino para una nueva generación de bandas que no temían experimentar, ser introspectivas y abordar temas complejos. Grupos como Muse, Coldplay, Travis, The National, e incluso formaciones más recientes, encontraron inspiración en la manera en que Radiohead fusionó letras profundas con sonidos innovadores, orquestaciones épicas y una producción impecable. OK Computer se erigió como el álbum que comunicó al rock alternativo: “Existe un universo de posibilidades más allá de los estribillos pegadizos y las guitarras ruidosas”.

Fuentes: Consequence of Sound, Rolling Stone, Drowned in Sound, Pitchfork

Previous Post

Andresa La Princesa presenta Rosa Metal: pop feroz desde las entrañas

Next Post
forth-wanderers-the-longer-this-goes-on-anuncio-nuevo-album

Forth Wanderers regresa con 'The Longer This Goes On'

Advertisement