La cuenta atrás para el lanzamiento de ‘All Born Screaming’, el séptimo álbum de St. Vincent, está casi al llegar a su fin y antes de este gran evento, la artista nos regala ‘Big Time Nothing’, un sencillo que encapsula perfectamente la evolución y audacia musical que ha caracterizado su carrera.
Desde el primer momento, ‘Big Time Nothing’ te atrapa con un ritmo sintetizador retro y funky que parece sacado de otra era, pero con un toque fresco y contemporáneo. La letra de St. Vincent, siempre lúcida y provocadora, no te da tregua. “No parpadees, no esperes, no te retrases, no caigas de la gracia, compórtate, no tropieces, sashay ok sashay”, nos canta, invitándonos a un baile de palabras que es tanto un desafío como un hechizo.
La complejidad del track se extiende más allá de sus letras. La base musical subraya una mezcla de aburrimiento y urgencia, con líneas de bajo que se te clavan en el cerebro y no te sueltan. Esto expande la paleta sonora explosiva que St. Vincent ha explorado en el primer lado de ‘All Born Screaming’.
Siguiendo a los sencillos previos ‘Flea’ y ‘Broken Man’, ‘Big Time Nothing’ sirve como puente perfecto hacia lo que promete ser un álbum repleto de energía y nuevas texturas sonoras. En ‘Broken Man’, especialmente, la contribución de Dave Grohl de Foo Fighters es palpable. Según nos cuenta St. Vincent, Grohl trae un espíritu completamente temerario hacia el final de la canción, elevando la intensidad hasta el límite.
Este lanzamiento de St. Vincent; es una declaración de que sigue en la vanguardia de la música, desafiando géneros y expectativas. Con ‘Big Time Nothing’, se confirma su habilidad para jugar con la estructura musical y lírica y también su capacidad de mantener a sus oyentes al borde de sus asientos, anticipando cada nota y cada palabra.
La espera para ‘All Born Screaming’ es corta, pero ‘Big Time Nothing’ hace que cada momento sin el álbum completo se sienta un poco más dulce y lleno de anticipación.