Ralxx.me x Losoho: Un Trance Post-Flamenco con “Del querer al no querer”

Ralxx.me x Losoho

Cuando los martinetes de Manolo Caracol y el bakalao hindú se dan la mano, surge un sonido único y trascendental. Ralxx.me x Losoho presentan “Del querer al no querer”, una canción que rompe barreras y fusiona el post-flamenco con influencias orientales y el global bass.

Había un punto ciego nunca antes explorado entre los martinetes clásicos, la electrónica más oscura y la influencia de las músicas orientales. Ese espacio es el que habitan Ralxx.me x Losoho en “Del querer al no querer”, el segundo single del dúo andaluz, lanzado pocas semanas después de “Berlin”, una canción que introducía un drum’n’bass flamenco, llevando el cante jondo a las discotecas centroeuropeas.

Recogiendo versos de unos martinetes grabados por Manolo Caracol en 1962, Ralxx.me x Losoho llevan ese cante jondo clásico a un imaginario sonoro fuertemente influenciado por la música oriental, incluyendo sitares, darbukas y diferentes instrumentos de la música originaria de la India.

Todo esto se mezcla con una electrónica absolutamente frontal pero sin perder esos tonos lúgubres, de oscuridad intromisiva, que conectan con esa facción de electrónica de rave centroeuropea que habían mostrado en su anterior single. Una canción que genera un trance espectacular e imponente, llevando la etiqueta de ‘global bass’ a una nueva dimensión, con unos graves que bien pueden recordar a un motor nuclear.

“Del querer al no querer” habla del tránsito del bienestar a la ira, del amor al desamor, de lo posible a lo imposible… Un camino labrado por el desgaste vital y que cada uno vive a su manera. Especialmente hace referencia al momento en que una pareja se separa, aumentando la distancia entre ambos a su ritmo, con versos como los de “unos corriendo y otros andando”, gráficos de la temática de la canción.

El lanzamiento viene acompañado de un videoclip en directo, mostrando la puesta en escena que tienen sobre el escenario Ralxx.me x Losoho, y que en esta ocasión cuenta con la colaboración de Miguel Retamero (Durovino).

Por Jonathan Contreras

Trabajo en el Ciberespacio

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