En la última década, la percepción pública sobre MGMT ha ido cambiando sutilmente. Lejos de ser considerados una maravilla de un solo álbum o unos artistas incomprendidos, Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden han demostrado ser mucho más que eso. Su quinto álbum, “Loss of Life”, se presenta como una pieza clave en su evolución, alejándose de las expectativas comerciales y adentrándose en un territorio musical más experimental y reflexivo.
“Loss of Life” no es un álbum que busque replicar el éxito temprano de MGMT con hits como “Time to Pretend”. En cambio, se sumerge en una estética de rock suave acelerado, que desafía nuestras nociones de buen gusto. Los sonidos grandilocuentes de Britpop, baladas lentas al estilo de boy-band, y melodías que podrían haber acompañado una gran escena romántica de los años 80, se mezclan y distorsionan, creando una experiencia auditiva única.
El álbum se destaca por su capacidad de reflejar la vida moderna, llena de maravillas tecnológicas pero también de una deshumanización aplastante. A través de su paleta de referencias musicales, MGMT logra un espectáculo llamativo que, a la vez, esconde una profunda sensación de anhelo y deseo de trascendencia. Es una invitación a reflexionar sobre nuestro entorno y encontrar un sentido de conexión y amor en medio del caos.
Canciones como “Mother Nature” y “Nothing Changes” ejemplifican esta dualidad, combinando melodías pegajosas con letras que invitan a la reflexión. “Nothing Changes”, en particular, se transforma de una balada de poder nihilista a un pop lounge alegre, sugiriendo que, a pesar de la repetitiva desesperanza, hay espacio para un cambio positivo y una mejora en la vida.
Sin embargo, el álbum no está exento de riesgos. La inclusión de varias baladas de poder puede probar la paciencia del oyente, desafiando la preferencia por una evaluación binaria de la música basada en la emoción pura. A pesar de esto, “Loss of Life” brilla cuando se desvía de su atmósfera generalmente inquietante. Temas como “Nothing to Declare” y “Bubblegum Dog” ofrecen un respiro con su enfoque más tradicional, recordando trabajos anteriores de la banda como “Congratulations” y “Oracular Spectacular”.
El cierre del álbum, la pista homónima “Loss of Life”, marca un nuevo territorio no solo para MGMT sino también para la música pop en general. Con una mezcla de electrónica fría, fanfarrias al estilo de “Penny Lane” y cuerdas pizzicato que parecen sacadas de un salón de baile demente, la canción culmina en una explosión de breakbeat IDM distorsionado, representando una trascendencia apocalíptica.
“Loss of Life” de MGMT es, en muchos sentidos, la conclusión temática perfecta para un álbum imperfecto. Es una obra que desafía las expectativas, invitando a los oyentes a una reflexión profunda mientras ofrece una experiencia musical rica y variada. En un mundo donde la música a menudo se consume rápidamente y sin mucha reflexión, MGMT nos recuerda el valor de detenernos y realmente escuchar.