Fall Out Boy: El legado de Infinity on High después de 17 años de su lanzamiento

Fall Out Boy regresa a la CDMX junto a Jimmy Eat World este 25 de septiembre y como pretexto perfecto recapitulamos lo que fue en 2007 cuando lanzaron Infinity On High.

Lanzado el 6 de febrero de 2007, Infinity on High marcó un antes y un después en la carrera de Fall Out Boy. Con este álbum, la banda dejó atrás sus raíces puramente pop punk para adentrarse en un sonido más ambicioso y diverso, incorporando elementos de R&B, rock alternativo e incluso arreglos orquestales. Producido por Neal Avron y con la participación de Jay-Z en la introducción, este disco catapultó a la banda al estrellato mainstream.

El álbum incluye himnos generacionales como “This Ain’t a Scene, It’s an Arms Race”, “Thnks fr th Mmrs” y “The Take Over, The Break’s Over”, que definieron la estética irreverente y melodramática de la banda en esa época. Estas canciones lograron captar tanto a los seguidores de sus primeros trabajos como a un público más amplio, consolidando a Fall Out Boy como una de las bandas más influyentes de la década de 2000.

Uno de los aspectos más destacados de Infinity on High es la evolución en las letras de Pete Wentz. Aunque mantiene su estilo característico, cargado de sarcasmo y metáforas complejas, se percibe una mayor madurez y reflexión sobre la fama, la vida personal y las expectativas. Patrick Stump, por su parte, se lució con una de sus mejores interpretaciones vocales hasta la fecha, demostrando una versatilidad que sorprendió a muchos.

A más de 17 años de su lanzamiento, Infinity on High sigue siendo una obra clave en la discografía de Fall Out Boy. Este álbum no solo consolidó su carrera, sino que también marcó una transición artística que influyó en toda una generación de bandas y fanáticos del pop punk y rock alternativo.