Texto: Sofía Manzano
Fotos: Cesar Vicuña ( OCESA)
El rapero proveniente de Tenerife, Canarias regresaba a México y una de las tantas citas pactadas se daría en el Pabellón Oeste dentro del Palacio de los Deportes el pasado sábado 9 de marzo. Cruzzi cerraba la gira MMCD LATAM (2024) en CDMX, ante sus seguidores que ya esperaban con ansias escuchar en vivo su último lanzamiento: Me Muevo con Dios (2023).
Dicho álbum tuvo muy buena recepción, y logró detonar interesantes diálogos respecto a la producción, ejecución y conceptualización de éste disco tan esperado.
Cruz Cafuné no sólo consiguió una colaboración con Westside Gunn, también se afianzó internacionalmente como músico y liricista.
No sé si escribo cómo fanática o cómo asistente/espectadora con la suficiente distancia crítica para escribir en términos desapasionados y objetivos. Lo dudo, ya que me parece que los dos posicionamientos se entrecruzan y se sobreponen cuando has visto crecer a un artista. Es decir, he escuchado y le he acompañado a la distancia y —cuando es posible— desde la proximidad debido a que sigue despertando un interés en mí, y logra moverme algo a pesar del tiempo.
Carlos ya lleva un buen rato montando la ola, y ya sabe bien cómo surfearla. Su producción discográfica me parece sobresaliente, y no sólo por lo que escribe y cómo se enuncia o por quiénes lo rodean o con quién colabora, es porque me parece real y honesta. Algo que no se consigue últimamente entre tanto postureo y narrativa feka.
El concierto siempre fue y se sintió dinámico; nunca decayó abruptamente, y cuando había un reposo sólo era para tomar un poco de aire y agarrar más impulso. El rapero —cómo un tiburón—nunca se quedó quieto y siempre estuvo recorriendo —nadando— a lo largo y ancho del stage. Cruz Cafuné inició con mucha potencia y cantó con mucho ahínco para sus más recientes escuchas (que apenas le descubrieron) así como para sus fieles seguidores que le escuchan desde la época de BNMP. Varias generaciones de fans se reunieron por la admiración a Groovy Carajito/Fiolo Suave.
Durante el primer bloque zumbó: ‘TURBO//Epifanía’, ‘s3_e07_theboondocks_dvdrip.mpeg’, ‘Practice’, ‘Dios #1’, ‘G WAGON’, ‘FAXXXxxx’ y ‘Ja Morant’; la promesa era que se abocará y tocará –casi– en su totalidad el último disco y la cumplió. No sin antes colar: ‘Lo puedes intentar’ y ‘Ojitos Aguaos’ del Moonlight922 (2020) para seguir con ‘BABI BOI’, ‘Sangre y Fe’, ‘4 Prez’ y ‘ABAMA Jr. Suite’, en todo momento los basses sonaron y tronaron lo necesario para mantener a la mayoría saltando y anima’os pa’ moshear. Al menos, los más jóvenes nunca pararon, y en ese momento reparé que estaba viendo a uno de mis artistas favoritos de aquella oleada que venía de España cuando yo era adolescente.
Y comencé a escuchar con nostalgia, y hasta con cierto desdén porque el medley de Visión Túnel (2020) evidenció la distancia entre el escenario y yo; y no me refiero a los metros a los que me encontraba de Cruzzi. Me hice consciente del ‘salto del artista’ –y lo presencié– porque ya no se trataba de venues pequeños teniendolo a nivel espectador, con demasiada cercanía.
Ya no había vallas de seguridad endebles, y ya no se trataba de dar un show con sistemas de audio y de iluminación limitados; ya no era un evento con horarios improvisados y re-ajustados sobre la marcha con la posibilidad de prolongar o salirse de los tiempos establecidos en el rider técnico.
Estaba viviendo un show con una estructura mucho más sólida, lo que permitió disfrutar el concierto de la forma más convencional, pero que incorporaba un templete más alto y marcaba una separación. Se dio el salto que todo artista quiere –el que da certezas, seguridad y credibilidad–. Me alegré por él, y lo celebré.
Había crecido tanto en varios sentidos, y eso es lo que siempre quiere un fan –más allá de gatekeepear– que el mundo descubra y reconozca lo que hace su artista favorito. Aunque siempre habemos uno que otro envidioso, es lo que tiene que suceder en el proceso y durante la búsqueda del ascenso. La transición de Folelé a Majalulo me reventó la reflexión y entendí que eso ahuevo tiene que pasar porque es lo que mantiene interesante el descubrir música, escucharla y socializarla.
‘Te enamoraste de un G’, ‘Forbes’ y ‘Tokyo Drift’ evocaron el Maracucho Bueno Muere Chiquito (2018) mientras que ‘Mina el Hammani’, ‘Lila y Snitch’ y ‘Nmout 3lik’ acompañadas de estrobos y explosivos fueron las joyas de la corona del setlist, las que siempre esperas escuchar y las que nunca decepcionan. El cierre se marcó con ‘Movezz en silencio’ para después desacelerar con ‘Fabiola’, mientras que los agradecimientos y las ovaciones se dieron entre ‘Cangrinaje’ e ‘Issey Miyake’.
No cantó ‘Me Muevo con Dios’, pero no siempre podemos tener todo lo que deseamos, y cuando sí, es Dios castigandonos. No sé qué viene ahora para Cruzzi, ni me gustaría especular, sólo sé que él va a seguir joseando. Ésta gira fue una declaración de intenciones: Dios se mueve en silencio, y yo me muevo con él. Y nosotros con Cruz Cafuné