A-Wall, el joven artista y productor de Dallas, comenzó a componer y producir sus canciones en el estudio de su dormitorio por ahí del 2017. El artista mexicano-estadounidense ya tuvo una probada de éxito al lograr hacerse viral en TikTok con su canción “Loverboy” en 2019, catapultándolo a ser escuchado por millones de oídos en todo el mundo y captar la atención de la industria musical.
A-Wall ha pasado los últimos años navegando por las despiadadas avenidas de la industria de la música y lidiando con el peso de su decisión de ingresar a ella. Habiendo abandonado la universidad para dedicarse a su música, el nacido en Texas ha sentido la presión de tener éxito. El último álbum y proyecto más personal de A-Wall hasta la fecha, “Autopilot”, es el diamante desarrollado a partir de esta tensión. Este adictivo proyecto anti-pop es una inmersión profunda en las experiencias personales de A-Wall con dudas, adicciones y ansiedad envueltas en aireados ritmos electrónicos, voces arremolinadas y letras desenfrenadas. .
El sencillo principal del proyecto, “Dropout”, abre el álbum con ritmos lofi de jazz en capas con una línea de percusión pesada de hi-hat. Con una sensación de derrota pero con una facilidad vocal innegable, A-Wall ilustra la incertidumbre que enfrentó cuando aún estaba en la escuela: “Estaba aterrorizado de defraudar a mis seres queridos porque no sabía qué quería hacer con mi vida y la música era definitivamente no es una opción que estuviera considerando seriamente todavía”.