Texto: Diego Vázquez
Lo que parecía un sueño, se hizo realidad. El primer cuadro de nuestra ciudad, fue testigo de una historia, decenas de generaciones reunidas en una noche épica para el rock mexicano. Caifanes celebró tres décadas de historia y festejó ante sus fanáticos en la plancha del Zócalo capitalino. Los gritos de euforia, denotaban que Caifanes estaban listos para un recinto tan emblemático como lo es el corazón de la Ciudad de México; este marcó el inició de un sueño. 120 mil espectadores fueron testigos de tal suntuoso momento que será inolvidable. El Zócalo capitalino se vio como nunca antes. La multitud aclamaba a los Caifanes.
Desde las siete treinta y cinco de la noche que dio inicio, los chilangos no dejaron de aclamar a la banda liderada por Saúl Hernández quienes por más de dos horas tocaron temas que nos hicieron estallar. De esa manera el cuarteto se apoderó del escenario para deleitar a su público y demostrar que el rock aún existe.
En una plaza que se encontraba abarrotada se observaba a la gente disfrutando del concierto al compás de Caifanes que evocó emociones y nos remontó a nuestros ayeres. 30 años reunidos en 21 canciones, fue lo que lo que ofreció Caifanes a sus espectadores; mismos que se llevaron la noche con elogios.
Durante el concierto se vivieron momentos de nostalgia, esto tras recordar a los rescatistas y a aquellos caídos en el sismo del pasado mes de septiembre, por lo que Saúl puso en alto el puño para dedicarles el tema “Vamos a hacer un silencio”. Hizo estrujar el corazón.
Alguna de las canciones que interpretó Caifanes fueron “Miedo”, “Amanece”, “Ayer me dijo un ave”, “Debajo de tu piel” y “Antes de que nos olviden”, con lo que exclamó justicia por los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Ahí, todos reunidos en la explanada del Zócalo capitalino vivimos uno de los mejores momentos de la historia, para hacernos recordar en la noche que tocó Caifanes en el centro de la ciudad. Eso es algo que muchos no imaginábamos que sucedería.
Saúl Hernández alzó la voz por los mexicanos ganandose los aplausos de la gente y enfatizó:
“Para ti que construyes este país con tu sudor y corazón caminando por las calles. Esto es para ti México, el aplauso es para ti”
Las canciones de misticismo seguían, y la noche transcurría, finalmente llegaría el momento sublime del concierto al cantar “Mátenme porque me muero”, aquel tema del año 1998 y fuera icono de su disco homónimo. Esa noche fue coreada por los presentes.
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Caifanes ofreció una noche de historias, resumidas en cuatro discos y en canciones que se refugian en la memoria colectiva de generaciones, tal como se observó durante la apertura de la semana de las juventudes que organiza el gobierno de la Ciudad de México.