ESG: Esmeraldas, Zafiros y Discos de Oro
El Bronx a finales de la década de los setenta se caracterizó como un hervidero multicultural, poliglota y sinónimo de precariedad y crimen que vio crecer a las cuatro hermanas Scroggins las cuales se convirtieron en leyendas del ritmo. En esa época, al pasar afuera de su casa se escuchaba a Debirah, Renee, Marie y Valerie ensayando para el breve concierto que presentaban a su mamá cada semana a cambio de los instrumentos musicales con los que comenzaron a dar forma al sonido de ESG; esta banda sin intención alguna, transformó el panorama de la música punk, el hip hop e incluso las pistas de baile.
Cuando conocieron a Tito Libran– hasta entonces un músico de conga- la ecuación estaba completa: el misterioso e irresistible groove y las minimalistas líneas de bajo aunadas a los vocales potentes y caprichosos- influenciados por James Brown– se hicieron notar de inmediato en el barrio. Mientras un gran número de músicos salidos del Bronx construyeron su camino a partir de la deconstrucción y el sampleo, ESG sentó base y precedente; después de todo, desde la creación del rock & roll hasta el presente la cultura afroamericana y mestiza – al menos en materia musical- no ha hecho más que mirar hacia los horizontes del futuro.
Pero volvamos a las Scroggins de principios de los ochenta y su neófita banda, ESG; ésta se presentaban en donde podían: desde concursos de talento que nunca ganaban, sin embargo, en uno de ellos se encuentran con Ed Bahlman (capo de la 99 records y probablemente uno de los labels más encumbrados de la música neoyorquina) quien decide grabarles un EP. Con ello lanza al mercado Come Away With ESG en 1983 siendo un éxito rotundo en el mundo: cada track es conciso rozando en el límite de lo perfecto.
El sonido revolucionario de las Scroggins las volvió un target del sampleo; tan solo “UFO”-un track que se desprende de su primer largo homónimo lanzado en 1991- ha sido sampleado al menos unas 400 veces y contando. Tricky, Technotronic, J Dilla, Biggie, Tupac y muchos más cayeron presa de él y no pudieron resistirse a hacer lo propio con la música que escuchaban; dicha situación que en cierto punto se volvió incontrolable y causal de múltiples peleas legales, con ello el grupo hizo su statement de la mejor manera lanzando un EP con título contundente: Sample Credits Don’t Pay Our Bills.
Lo que vino después para el cuarteto de hermanas encaja perfecto con la letra de su “My Love For You”… It was a rollercoaster: brincar de label en label, pelearse entre ellas y un par de reestructuraciones en la alineación, sin embargo, después de más de 30 años este raro tesoro del Bronx sigue vivo, latente y en movimiento, tanto que será posible verlo en vivo este año en el Festival Marvin, algo imperdible, come away with ESG.