Nací en abril de 1987, en un mundo en donde aún estaba levantado el Muro de Berlín. Hoy se cumplen 27 años de que fue derribado, yo no tengo recuerdos de haber visto el suceso en la tv o a mis padres hablando de ello, mi primer recuerdo de esto creo que fue un capítulo de Alvin y las ardillas, sin embargo pensar en el footage de ese día sin escuchar en el fondo de mi mente Wind of change de Scorpions para mi, es casi imposible.
Algunas veces las coincidencias son increíbles; aunque bien podemos citar V for Vendetta “There is no coincidence. Only the illusion of coincidence” y si hace un cuarto de siglo nos fuimos a dormir con una barrera derribada, hoy despertamos con la posibilidad de que una nueva tome su lugar. No me voy a meter por ahora en todo lo que fueron las elecciones de Estados Unidos, ni Trump; hoy quiero hablar mejor de Scorpions y Wind of change, del poder de los recuerdos y lo bonito de tener un soundtrack colectivo para un momento tan importante.
He de mencionar que Scorpions toca una vena muy importante en mi vida, siendo una de las bandas que más asocio con mi padre (ahí viene de nuevo la memoria y todas sus implicaciones), sin embargo sus silbidos poderosos y sumamente pegajosos (como todos los silbidos) no están pegados a él como lo están a los pedazos de piedra cayendo, las hordas de gente avanzando por los nuevos huecos y lo más importante y hermoso: personas abrazándose, lo que todos sabemos es que marcó un momento de ruptura en el mundo, del final de una era y su soundtrack es rock.
La canción en sí no es una obra maestra (creo yo), es una power ballad con una estructura común: Silbidos – Verso – Coro poderoso – Verso, sin embargo creo que es importante recordarla y silbar con ella.
“The world is closing in
Did you ever think
That we could be so close, like brothers
The future’s in the air
I can feel it everywhere
Blowing with the wind of change”