Los poemas que fueron canciones: La atemporalidad de Bécquer

Los poemas que fueron canciones: La atemporalidad de Bécquer

En esta segunda entrada de una serie en la que hablamos de la influencia de grandes escritores, nombrados así por su vigencia a pesar del paso del tiempo, continuamos con otro escritor español, en la primera hablamos de Lorca, y ahora de Gustavo Adolfo Bécquer.

Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida, mejor conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, nacido en Sevilla en 1836 y fallecido un 22 de diciembre de 1870, escritor, poeta y dibujante, considerado hasta el día de hoy -a casi dos siglos de su muerte- una de las figuras mas importantes en la literatura española, solo después de Cervantes.

Bécquer gozó de una moderada fama durante su vida, pero fue tras su muerte que la mayoría de sus obras fueron publicadas. “Rimas y Leyendas” son sus trabajos más conocidos y son esenciales en el estudio de la literatura española, se convirtió una lectura común en preparatorias y universidades.

Es considerado fundador de la lírica española moderna y su influencia está presente en el trabajo de poetas del siglo XX como Luis Cernuda u Octavio Paz. La importancia de la obra de Bécquer ha trascendido al tiempo y las disciplinas artísticas, pues lo encontramos presente no solo en la literatura, también en la música de nuestro tiempo.

La Bien Querida y Willie Colón

No es nada sorprendente encontrar vestigios de obras españolas tan importantes en las letras de Ana Fernández Villaverde, mejor conocida como La Bien Querida, quien en su álbum Fiesta del 2011 -141 años después de la muerte de Bécquer- incluye el track Cuando El Amor Se Olvida que incluye un fragmento de la Rima XXXVIII:

Los suspiros son aire y van al aire,
y las lágrimas agua y van al mar.

Interesante es encontrar el mismo fragmento, en el tema Gitana del álbum Tiempo Para Matar de 1984 -114 años después de la muerte Bécquer- del puertorriqueño nacido en Nueva York Willie Colón, escrita por José Ortega Heredia:

Las palabras son de aire, y van al aire
Mis lágrimas son agua, y van al mar
Cuando un amor se muere
¿Sabes, chiquita a dónde va?
¿Sabes, chiquilla a dónde va?

Bécquer trasciende no solo de la poesía a la música, cuya división no es un tema sencillo, sino a los géneros, pasando del pop indie de Ana a la salsa de Colón, la popularidad de las Rimas de Bécquer, publicadas en 1871 queda presente gracias a los homenajes de estos dos artistas:

Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?

Rima XXXVIII – Gustavo Adolfo Bécquer

De una forma menos directa, otra agrupación española, La Oreja de Van Gogh hace mención de la Rima LIII, en su tema Jueves de su álbum A las cinco en el Astoria del 2008 -138 años después de la muerte Bécquer- una canción dedicada a las víctimas de los atentados el 11 del marzo, en varios trenes cerca de Madrid, donde fallecieron 192 personas.

Y así pasan los días
De lunes a viernes
Como las golondrinas
Del poema de Bécquer

Las aves son un motivo recurrente en el trabajo de Bécquer, como en la Rima LIII, donde aparecen como una señal del fin de una relación apasionada:

Volverán las oscuras golondrinas
En tu balcón sus nidos a colgar
Y otra vez con el ala a sus cristales,
Jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
Tu hermosura y mi dicha a contemplar,
Aquellas que aprendieron nuestros nombres,
¡Esas… no volverán!

La obra de Bécquer, como la de otros escritores románticos, seguirá presente en la cultura pop, mientras que el amor y el desamor sea un tema tan magnético para las nuevas generaciones, que sufren cada vez más, por cosas cada vez más insignificantes.